Escultor y artista plástico peruano. En el 2006, fué el ganador del "Salón de Escultura" que promueve todos los años el Instituto Cultural Peruano Norteamericano.
A fines del més de Setiembre del 2011 se inauguró la exposición individual titulada "Imágenes de Guerra 3", que el escultor Manuel Larrea Hernández presenta en la galería del Instituto Cultural Peruano-Norteamericano de Lima, en la cual el artista ha dado forma a su visión de los conflictos bélicos a través de la escultura.
En el 2003 presentó la exposición "Imágenes de guerra 1", en el Museo de Sitio del Parque Reducto de Miraflores, en ella el artista elaboró una serie de obras en metal, una suerte de máquinas de una catastrofe futurista, con las cuales desarrolló una fría estética del horror. Dos años después, en el 2005, en la galería "Pancho Fierro" de la Municipalidad de Lima, fué incluso más allá y, combinó sus esculturas con monitores en los cuales algunos videos le recordaban al visitante, funestos episodios, como la caída de las Torres Gemelas en el 2001. Esta muestra llamada "Imágenes de Guerra 2" fué el siguiente paso en su exploración de uno de los males más recurrentes de la humanidad. En dicha oportunidad, el artista dijo : "El proyecto empezó con la exploración de la guerra como el fenómeno más dramático de la especie humana, un momento en el cual las estructuras morales, mentales y religiosas entre otras, se pierden y lo que queda de ello es horror y destrucción".
En esta oportunidad las obras corresponden a la tercera y última entrega de este proyecto iniciado en el 2003, como producto de su interés por abordar la guerra como tema de reflexión, en sus diversas formas y contextos y que de alguna manera, después de ocho años, cierra el círculo de esta reflexión sobre la especie humana, y su relación con el entorno como el orígen de posteriores conflictos, como las tensiones globales generadas en torno a problemáticas territoriales, económicas, etnicas o religiosas, todas ellas siempre vinculadas al ejercicio del poder en un mundo globalizado, además de aquellos conflictos denominados "ecológicos" que enfrentan nuestra dependencia de la tecnología y nuestra necesidad de confort, a la sostenibilidad del ecosistema y de los recursos naturales no renovables que sostienen nuestro "modelo de vida" sobre los conflictos que azotan el mundo en la actualidad. El artista dice de su obra : "Esta muestra es la conclusión de una investigación que ha dado a luz dos muestras anteriores, las cuales me han permitido analizar mis posibilidades de representación en torno al tema y me han permitido expandir mis fronteras formales hacia un territorio mas emparentado con la instalación y las artes visuales pero manteniendo siempre el espiritu de mi obra, el cual considero escultórico en todo aspecto" . La actual muestra cuenta con tres series : "Imágenes reflejas", "Tensiones globalizadas" y "Naturaleza vs. Civilización 2011". Son instalaciones visuales y escultóricas concebidas luego del analisis de la coyuntura global actual, tan abigarrada de enfrentamientos etnicos aislados, intervenciones militares, tensiones diplomáticas y, crisis económica, climática y moral. El artista plantea un escenario donde el espectador podrá intuír estas reflexiones enmarcadas en un planteamiento que confronta animaciones visuales, trazados geopolíticos, estructuras de metal de aparente función mecánica y proveniente de un horizonte tecnológico cada vez más cercano y, elementos extraídos del entorno natural. En todos estos años, el artista ha ido cuajando la intención de su propuesta visual : "Vi que podía explorar las fronteras formales de la escultura, pero también supe que tenía que resolver lo ambiguo que a veces pueden tener las obras abstractas. Necesitaba ser mas claro en mis contenidos y lograr que la gente entendiese lo que estaba viendo". La primera serie se inicia con tres videos en los que el artista reflexiona entorno al hombre, al que en las exposiciones anteriores aludió sólo a través de las máquinas representadas en las esculturas : "Quise llegar a esto poque quiero que sea una reflexión mas humana y no especificamente sobre lo bélico; a mi me interesa la vida". En el salón principal de la galería, el escultor puntualizó el sentido del conflicto ubicando sus esculturas junto a mapas de ciertos lugares como Estados Unidos y el Medio Oriente, que nos hablan de las distancias que los separan, no sólo geográficamente sino, sobre todo, a través de sus diferencias políticas, sociales, religiosas, etc. Finalmente Larrea une sus frías máquinas, con enormes troncos con el afán de cuestionar la estabilidad del ecosistema frente a la tecnología y el armamentismo. Se cierra el Círculo y lo que queda es sólo vida (El Comercio : Alberto Villar Campos)
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